Hoy puedo decir que soy un empresario “indignado”.

Indignado con una sociedad, con un colectivo esencial en la misma, el de los empresarios y emprendedores, que ha tenido como máximo representante a un presunto delincuente hoy en prisión. El nuevo siglo no necesita de empresarios “carcas” que pretendan ser “productivos” haciendo trabajar más horas y por menos salarios…

La nueva era que estamos viviendo debe huir de aquellos directivos que piensan que si los trabajadores se pasan de 8 a 8 en la oficina, sin cobrar nada extra, han conseguido “motivar” al personal y sus balances mejorarán de forma instantánea…. Esta década no puede permitirse valorar más en una entidad la corbata que llevas que lo eficaz o productivo que pueda llegar a ser uno de sus miembros. El respeto de un directivo se gana trabajando y con empatía respecto a su grupo no con gritos o amenazas. Basta ya! Simplemente no nos lo podemos permitir.

Ahora es tiempo de tecnología, de innovar, de arriesgar y apostar por proyectos nuevos. De ir a trabajar cómodo para trabajar mejor y de forma más eficaz. De dedicar tiempo a las nuevas tecnologías que nos permitan ser eficientes, de invertir los pocos beneficios que podamos tener para, a largo plazo, multiplicarlos. De tener al mejor equipo posible a tu lado. De agradecer al cliente que es “tu cliente” y cuidarlo y mimarlo como nunca, porque de ellos depende tu proyecto. Los tiempos han cambiado y el que no se amolde está fuera del juego.

A nivel personal y por mi propia experiencia de más de 15 años observando y ejerciendo como empresario y profesional no tengo la más mínima duda, de que el secreto está en la eficiencia, en el trabajo bien remunerado, en el empleado comprometido porque observa en el directivo compromiso con la entidad y con el proyecto. El secreto no está en trabajar más y cobrar menos señor Díaz Ferrán, el secreto está en ser leal con tus empleados, intentar incrementar los salarios antes de que te lo pidan, siempre valorando al trabajador que responde respecto a aquel no está comprometido, facilitar al máximo la conciliación familiar y no dejar nunca de tener ilusión por proyectos nuevos que te permitan estar siempre en el mercado.

Eso se contagia a tu entorno laboral y eso da resultados extraordinarios, lo corroboro y lo reafirmo por lo visto y experimentado. Hay empresarios a los que las cosas, a pesar de las dificultades, no les van mal, pero esta situación no es gratuita, no llega por que sí… Tampoco hace falta sacrificar toda tu vida personal por un proyecto, solo hace falta sentido común, responsabilidad y sobre todo poner tu objetivo y miras al medio-largo plazo. Está claro que el “cortoplacismo” tan extendido estos años atrás ha sido un auténtico desastre y no se puede volver a repetir. Solo depende de nosotros.

Valores, valores y valores para la sociedad en general y para el colectivo empresarial, de forma principal, que los resultados llegan, pero ahora ya no llegan por que sí o por que conozco a no sé quien…ahora hay que ganárselos.

Adios empresario tipo Díaz Ferrán y bienvenido emprendedor!!!