Palma, 26 de septiembre de 2013.

 Dad and baby in big hug.

Con sorpresa y alegría recibo esta semana una novedosa sentencia del Tribunal Supremo de fecha 28/6/2013  que abre la vía a la protección social, tan evidente y necesaria, a las familias que pierden al miembro que genera la mayor parte de los ingresos familiares y no están constituidos como matrimonio clásico.

Por fin, y a pesar de que el Tribunal Supremo ha reiterado la negativa al derecho a la pensión de viudedad a la pareja de hecho del fallecido no inscrita en el correspondiente registro, parece ser que con esta novedosa sentencia recuperan el fin social de protección hacia los más vulnerables y en los momentos más delicados que pueda sufrir una familia.

El caso resuelto en esta sentencia es una situación que empieza a ser habitual en nuestra sociedad. Una pareja, no casada ni inscrita en el registro de parejas de hecho, con un hijo en común. El padre, que mantenía de forma principal la familia, fallece. A la viuda le deniegan la pensión de viudedad por cuestiones formales de no inscripción como pareja de hecho y al hijo le otorgan la pensión de orfandad, pero solo en la cuantía del 20% del sueldo del fallecido. La situación de extrema dificultad económica a la que se ve abocada la familia tras una desgracia de tal envergadura es  imaginable.

La administración deniega la mejora de la pensión de orfandad absoluta al entender que como sobrevive la madre, aunque sin derecho a pensión, no se puede incrementar la orfandad.

 ¿Qué concluye el Tribunal Supremo?

Que lo importante es la protección de situaciones de necesidad como la estudiada, sin poder hacer distinciones entre el modelo familiar de convivencia y triplica la cuantía de la pensión concedida inicialmente por la Administración al huérfano.

 Conclusión:

Sentencias con este trasfondo social y velando de forma principal por la tutela de los desprotegidos, sin atender a discriminaciones por motivos de elección de modelo familiar, generan con el tiempo una adecuación de las leyes a la realidad social que estamos viviendo. Es importante destacar estas cercanías entre Estado de Derecho y Sociedad que tan frecuentemente vemos como dos polos opuestos. Sigo teniendo esperanzas…