La UE ya desde hace años está intentando unificar los derechos de los consumidores a nivel europeo, independientemente del estado en que residan. Su directiva de 2011 sobre derechos de consumidores ha sido traspuesta a la legislación española a finales de marzo y entrará en vigor, en lo referente a contratación, a partir del próximo 13 de junio.
Así que todas aquellas empresas con tienda on line deberán revisar sus condiciones de compra e información de productos para aplicar la nueva regulación y evitar así sanciones o denuncias que pudieran erosionar tanto sus cuentas de resultados como su imagen de marca.
Lo que en un principio parece un sobre coste para las empresas on line no es más que un interés general de ofrecer máximas garantías y seguridad en las compras por Internet. Cuanta más confianza y seguridad se genere en los consumidores europeos, menos reacios se mostrarán a la compra virtual.
Uno de los aspectos más destacables, es la ampliación de las obligaciones de información previa a la compra on line. Mucha información igual a más confianza.
Otra novedad importante es la prohibición en el comercio on line de casillas previamente marcadas que impliquen la contratación adicional de algún producto o servicio sin el consentimiento expreso. Olvidaros e-comerciantes de añadir suplementos por esta vía…
En el momento de finalizar la solicitud del producto on line el consumidor deberá confirmar explícitamente que comprende que tiene que pagar un precio al clicar el botón de pedido.
El plazo de devolución de compras on line se aumenta de 7 días laborables actuales, a 14 días naturales (contando sábados, domingos y festivos). Si el consumidor no ha recibido la información correspondiente sobre la posibilidad de devolución, el plazo se amplía a 12 meses, así que e-comerciantes dejarlo claro.
Uno de los pocos caramelos para los e-comerciantes es que el consumidor asumirá los gastos de devolución, salvo que el empresario haya aceptados asumirlos él. Con la ley anterior era el empresario, salvo pacto en contrario, el que debía asumir ese coste.
También resultará interesante llegar a acuerdos claros con las empresas de logística para acreditar la entrega del producto y la recepción no defectuosa para evitar responsabilidades.
Por último, e-comerciantes tened en cuenta que no podréis cobrar a los consumidores por pagar con tarjeta más de lo que realmente cuesta ofrecer ese servicio de pago.

En definitiva, información clara, garantías de devolución y seguridad para el tráfico online. Estas cuestiones no deberían ser norma legal, deberían ser práctica habitual para contentar al cliente y fidelizar. El e-comerciante que no lo entienda así mal va…